5 tips a tener en cuenta antes de elegir tarjetas de proximidad
¿Cuándo utilizar tarjetas de proximidad para el control de acceso de tu edificio?
Evitar el acceso no autorizado y permitir la libre circulación del personal acreditado o residentes es el principal objetivo de un sistema de control de accesos. Uno de los más utilizados son las tarjetas de proximidad por su bajo costo de implementación y su efectividad de lectura, pero ¿es lo que tú edificio necesita?
Aquí las cinco cosas que debes saber antes de decidir utilizarla.
1. Flujo de personas
Diseñada para inmuebles que tienen accesos de alto flujo. Las tarjetas de proximidad realizan una lectura rápida y precisa de los datos, autorizando el acceso inmediato a un alto flujo de personas por minuto. Por lo tanto, facilita la circulación y evita atochamientos en los accesos. Es utilizada tanto para el acceso de residentes, colaboradores, proveedores y visitas.
2. Tipo de seguridad
Nivel Medio de seguridad. Se considera que las tarjetas de proximidad tienen este nivel porque si bien la tecnología RFID garantiza un alto grado de seguridad contra fraude por copias de tarjetas y en la autenticación de las mismas, es imposible asegurar que quién realiza la marcación es el dueño de la tarjeta.
Es una constante que los usuarios las olviden, pierdan o presenten a terceros, haciendo más vulnerable el control. Por lo tanto, para edificaciones que requieran altos niveles de seguridad y certeza de quién ingresa, no son la mejor opción, a menos que se cuente con un segundo sistema de control de identidad.
3. Costos de implementación y mantención.
Baja inversión inicial. La relación costo beneficio es alta, es el sistema de control de acceso más barato de implementar.
Costo en reposición de tarjetas: alto. Este sistema genera un gasto recurrente, en compra de tarjetas para reponer las extraviadas. Se estima que al menos el 19% de las personas pierden sus tarjetas al año, lo que puede traducirse en un gasto de hasta de 2 millones de pesos en tarjetas nuevas al año.
Costo de mantención de equipamiento: bajo. El valor de la mantención de los lectores no es alta, dado que no hay desgaste por roce.
4. Durabilidad
Las tarjetas tienen una duración de hasta 10 años. Al comunicarse por radio frecuencia (RFID) con el lector, sin necesidad de contacto, no están afectas al roce. Además, tienen una vida útil de lectura o apertura ilimitada, transformándolas en un mecanismo de alta durabilidad.
5. Comodidad
Es de fácil administración. En caso de pérdida se puede dar rápidamente de baja y ser reemplazada a través del software de control de acceso que se utilice.
Dispositivos de fácil uso, no requieren capacitación. Su tamaño es el una tarjeta de crédito, un llavero o una pulsera, lo que la hace altamente portable. Además, al funcionar sin contacto en la mayoría de los casos no es necesario sacarla de la billetera.
Dependiendo del software de control de acceso con el que esté operando, se puede utilizar como una llave única, permitiendo a los residentes abrir múltiples puertas, torniquetes, rejas, barreras, etc, olvidándose de los grandes manojos de llaves.
Finalmente, la adopción de este sistema de control permite que personas de cualquier edad o condición física puedan utilizarla facilitando la movilidad y eliminado las barreras de accesibilidad que puedan entregar otros medios de ingreso.