Las 5 Claves de un control biométrico de huella
El proceso de integración de la biometría como fuente de identificación tiene cada vez más usos, tales como, desbloquear teléfonos móviles y pagos o autorizaciones de transacciones a través de huellas . En el caso del control de acceso en inmuebles se convierte en una muy buena opción, dado que transforma a la persona en su propia llave. se convierte en una muy buena opción, dado que transforma a la persona en su propia llave.
¿Qué es la biometría?
La biometría es la tecnología en las que se utilizan características humanas para validar la identidad. Estas incluyen la huella digital, huella del iris, mano, cara, voz, venas o firma de una persona.
La más utilizada en control de inmuebles es la Huella. Ésta se basa en la lectura de las huellas dactilares, es el más difundido y utilizado, además de ser el de menor costo entre las opciones biométricas.
Los controles de acceso biométricos están diseñados para organizaciones que tienen como principal objetivo una seguridad fuerte, pero ¿Qué debo tener en cuenta antes de implementar un control con huella?
1. Flujo de personas
Permite ser implementado en inmuebles que tienen accesos peatonales con flujos medianos a bajos. La lectura de las huellas si bien toma algunos segundos es más lenta que otros métodos de verificación de identidad como las tarjetas y, en muchas ocasiones la primera lectura falla, por lo que en accesos muy concurridos, podría generar filas innecesarias. Además, hay ocasiones en las que las huellas pueden ser difíciles de reconocer en caso de que las personas hayan realizado trabajos manuales durante años.
Hay que considerar también el tamaño de la base de datos recopilada debido a que la mayoría de los sistemas de lectura de huella realiza comparaciones de 1:N, es decir, que mientras mayor sea el número de huellas almacenadas para verificar la identidad de una persona, más tiempo requerirá la lectura de autentificación.
2. Tipo de Seguridad
Este método de verificación de identidad es de un nivel Alto de seguridad. La biometría garantiza uno de los niveles de autenticación menos vulnerables. Esta tecnología se centra en quién es la persona, utilizando una única e inalterable característica humana que no puede ser perdida, olvidada o sustraída.
Actualmente las plataformas de gestión de identidad y los proveedores servicios biométricos, están constantemente innovando para detectar posibles vulneraciones, como copias de huellas en plástico u otro material o, utilización de fotografías y máscaras para engañar a los lectores faciales. Entonces aunque como en todo método de seguridad es posible, la probabilidad es muy baja. Según datos del Biometric Institute en un sistema biométrico existe un 3% de probabilidad de hacer una aceptación falsa, versus un 100% de posibilidad de intrusión por una tarjeta que cae en las manos equivocadas.
3. Costos de implementación y mantención
Inversión inicial: media. En promedio, la biometría de huella no es mucho más costosa que la mayoría de los otros medios de autentificación. Varias soluciones biométricas de huella funcionan a partir de sensores relativamente económicos, los valores oscilan desde los 30.000 pesos en dispositivos genéricos hasta millones, en uno de marca, por ejemplo, Morphos.
Los sensores de huellas digitales en estos días pueden fabricarse lo suficientemente baratos como para que estén comenzando a convertirse en estándar en teléfonos móviles.
Una solución básica incluye:
- Un lector o dispositivo de escaneo para registrar la huella y transformarla a un formato digital estandarizado.
- Software para comparar los puntos de coincidencia de los datos observados con los datos almacenados.
- Una base de datos para almacenar de forma segura la información.
Costo de mantención: medio. Los dispositivos biométricos, en general, se usan en interiores o protegido por ser equipamiento más delicado. Para uso exterior, se deben utilizar equipos con certificación IP68, que asegura que sean resistentes al agua y el polvo. En el caso de los lectores de huella, se debe considerar una limpieza diaria dado el contacto que requiere su utilización.
4. Durabilidad
Los datos biométricos, en general, tienen una larga duración. Una vez que una persona deja de crecer, las huellas digitales y otros datos biométricos son en gran medida constantes. No obstante, hay que considerar en el caso de las huellas digitales que la punta del dedo es un área pequeña desde la cual se obtienen los patrones de la cresta y pueden verse afectados por cortes, suciedad o incluso desgaste dependiendo de la profesión de la persona.
5. Comodidad
El beneficio más potente es facilitarles la vida a los usuarios. La lectura de huellas permite que el proceso de autentificación de las personas sea rápido y eficiente. Además de que su uso no requiere de capacitación.
Sin embargo, los administradores deben tener en cuenta que:
- La inscripción o registro de huellas toma tiempo, dado que requiere la participación activa de los usuarios.
- Existe un grupo reducido de personas que no logran registrarse o usar el sistema, tales como, cirujanos (que se lavan las manos con detergentes fuertes) constructores y personas con afecciones especiales de la piel, entre otros.
- El funcionamiento de estos dispositivos, en general, es autónomo (stand-alone), lo que significa que cada dispositivo trabaja de manera aislada de los otros equipos que cumplen la misma función en otras entradas.
- El almacenamiento de las huellas, en el sistema autónomo, es local, lo que implica que se debe inscribir la huella en cada dispositivo a usar y que no estén coordinados.
Para evitar los inconvenientes generados por el funcionamiento autónomo, se recomienda utilizar un software de control de acceso que maneje cada dispositivo y centralice el registro de huellas.
Actualmente el uso de la huella como método de autentificación se ha masificado en otros rubros, lo que genera mayor confianza en los usuarios. Según un estudio realizado por Mastercard y la Universidad de Oxford, el 93% de los consumidores cree que acabará usando la biometría en sus operaciones diarias, un método que considera seguro en el 93% cuando la identificación se realiza por la huella dactilar y en el 77% de los casos si se habla de reconocimiento facial.